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lunes, 20 de abril de 2020

LUNA Y BONSAI

   Todos los seres vivos de la tierra son influenciados, de alguna forma, por los ciclos de la naturaleza.
 Uno de los más regulares y cotidianos es el de la noche y el día y se produce por la rotación de la tierra en periodos aproximados a  24 horas.

   La creación de los cloroplastos para su síntesis en la función clorofílica es una adaptación.
 Por esta ,las plantas, empiezan a  sintetizar sus propios glúcidos transformando la energía de la luz solar   el  CO2  más el agua con minerales.

   Otro de los ciclos importantes es el producido por la traslación de la tierra en su movimiento elíptico sobre el sol y este,  junto con una pequeña inclinación en su translación , es el que da como resultado las estaciones del año. 
   Así mismo, tenemos como variable  la posición en cualquiera de los hemisferios, y el de su colocación en el meridiano.
   Hablamos de esos ,a grandes rasgos, como los mecanismos básicos del movimiento de la tierra. Aunque falta un factor muy importante. El de la Luna.

   Nuestro satélite . Se encuentra  en traslación con la tierra aunque con una rotación sincronizada a la translación sobre esta, lo que hace que siempre veamos su mismo lado.

   Por ello en determinados momentos se encuentra entre la tierra y el Sol y en  otros  no.

   El factor de atracción, el de intermediación con el Sol y de las propias masas de ambos planetas, así como la de sus atmósferas determinan igualmente algunos procesos mecánicos y químicos sobre nuestra superficie planetaria; entre otras las mareas.

   La naturaleza no entiende de calendarios  como tales, sino de impulsos. Y estos mueven todas las reacciones químicas que se dan sobre todos los elementos  vivos de la tierra. En realidad una parte muy importante esta motivada por las fuerzas que nos someten sobre la superficie  del planeta.


   Por eso, la luna y el sol, llegan a una estabilización entre Energías potenciales y gravitatorias tal que las órbitas llegan a un equilibrio que lleva miles de millones de años funcionando.
Visualmente lo apreciamos en las distintas fases lunares.
Aunque la explicación pormenorizada de cada una de esas posiciones puede ser bastante técnicas, intentaremos dar una serie de pautas para el cultivo de plantas con relación a esas fases lunares.

   Fase 1-Luna Llena...( atracción máxima) la sabia se encuentra en mas concentración en las partes superiores de las plantas. En los bonsáis, en las copas.
Recomendaciones.. Trasplantes. No podas de copas ni defoliaciones. No injertos,

   Fase 2- cuarto menguante...( atracción fuerte)la sabia se encuentra en mas densidad de camino hacia las raíces.
Recomendaciones: Ideal momento para defoliaciones, podas aéreas, abonado fuerte de cascadas.

   Fase 3- Luna Nueva-(menor atracción)la sabia se encuentra en mayor cantidad en las raíces.
Recomendaciones: no hacer podas en raíces, solo en las partes superiores.

   Fase 4- cuarto creciente...(incremento atracción)la sabia empieza a recuperar fuerza y comienza a subir hacia las copas, el árbol empieza a activarse fuertemente.
Recomendaciones: sembrar semillas, empezamos a trabajar raíces

   El trabajo tomando en consideración el estado lunar  no es mas que un complemento que potencia trabajos sobre los que hay que realizar en determinados momentos y especies.
Quiero decir con esto que, por ejemplo, es muy arriesgado el trasplante o poda de raíces en un pino Silvestri en mayo, aquí en España. O  desfoliar un ficus en enero, aunque estemos en un periodo lunar apropiado.

   Todo va a depender del momento, las especie y el lugar en el  que estemos. los flujos internos de las plantas se ven influenciados por las diferencias de presión y de concentración de elementos que la rodean.

revisada 29/12/2021




domingo, 22 de marzo de 2020

La importancia del tiempo en el bonsai.


   Hace unos días, y después de muchos años, tuve la gran alegría de volver a encontrarme con una de las personas, a mi modesto entender, mas importantes del Bonsái actual en Occidente. Massimo Bandera; maestro y amigo.

   En una  breve conversación , hizo una apreciación que me llevo a pensar y poner en valor varios aspectos sobre la obra Bonsái:

   La importancia del tiempo.

   Es evidente que, como seres vivos, el tiempo forma parte fundamental de cada uno y determina una infinidad de situaciones que nos van condicionando a  lo largo de nuestra existencia.

   “Tempus Fugit”, Dicho latino. Por su fugacidad, la vida pasa y de una forma inexorable, a veces vuela y entre minutos y horas no somos conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor.

   Igualmente esa impermanencia hace que en ciertos momentos entristezcamos al ver lo rápido que ésta pasa. Este sentimiento está  perfectamente identificado en la cultura japonesa : “mono no aware”.

   Hablamos , en definitiva, de sentimientos. Si la obra consigue transmitir puede llegar a ser un buen hilo conductor  de muchos de ellos.

   Pero yendo al núcleo de la apreciación del maestro, me sugiere alguna que otra reflexión  para plantear sobre este tema.

   La primera y muy importante la obtuve tras comentar los trabajos que se hicieron en 2007 con el maestro Masahiko Kimura en las jornadas de la Fuji Yohaku.
    La correlación  del efecto Acto-Potencia, de la filosofía clásica Occidental en el ámbito de la Metafísica de Aristóteles.

   Ejemplo con el David de Miguel Ángel; de cómo  el bloque de mármol era acto y la potencia el resultado de su  obra.

   Pero en el caso de los  Bonsáis, con qué  visión y seguridad trabajó  el maestro para ver la trascendencia de esas obras a través  del tiempo. Sin duda alguna un derroche de profesionalidad, sentimiento y magia.

   En un segundo punto me plantee identificar la importancia de la aplicación de los puntos estéticos Zen  (ver Isamatsu  S’nichi.) en sus obras. Creo que es evidente la importancia  en este factor ya que elementos como la profundidad , austeridad o simplicidad se van acentuando en el tiempo dando una patina al conjunto y dotándolo de una seriedad y credibilidad magnificas.

   Hay , igualmente, otro componente fundamental en toda obra por la que pasa el tiempo, y que además es muy apreciada en nuestra estética: "Mochikomi" (=factor de vejez y cultivo sobre la planta).

   Por ultimo, cabe repensar el ideal de obra de autor. ¿Quedará esa impronta del artista, al igual que ocurre con obras no vivas ? ¿Borrara el paso del tiempo, de alguna forma, ese "sello" que marca las obras de cada uno, ? Estas preguntas me harán pensar un poco más sobre el significación real de la palabra "autor" en el mundo bonsái.

   Por lo tanto y en definitiva, para el bonsái como obra de arte y según la estética Zen , el tiempo es un factor que revaloriza y empodera la obra;  dotándola de un sentido austero y real.

    En muchos casos nos trasmite sentimientos y los potencia. Esto solo lo consigue una obra de arte y de alguna manera todos los bonsáis, en mi opinión, a través del tiempo trascienden la simple idea de un árbol en maceta.
Gracias, maestro.

  revisada 29/12/2021.